EL HIPOTIROIDISMO; LA ENFERMEDAD Y EL ARTE DE VIVIR
¿Qué son las glándulas?
Con este nombre se designa a todos los órganos que producen un líquido
(secreción). Tenemos las glándulas salivales, que producen saliva, el hígado
que produce bilis; las lacrimales que producen lágrimas, la de los órganos
genitales y las que cubren las mucosas del estómago, intestinos y piel.
Una de las funciones más importante de las glándulas consiste en destruir y
eliminar sustancias extrañas, tal como lo hace el hígado que filtra el
producto de la digestión, reteniendo sus impurezas y expulsándolas por la
bilis, así sucede con otros órganos. Las secreciones glandulares constituyen,
una de las defensas más admirables del organismo y mediante ellas el
cuerpo realiza su purificación.
Drogas, sueros, vacunas, medicamentos en general, alimentos
quimicalizados, sedentarismo, contaminación electromagnética y ambiental,
alejamiento de uno mismo, estrés, debilitan el normal trabajo de éstos
órganos defensores de la vida orgánica.
La glándula tiroidea
La glándula tiroidea está situada en la parte anterior del cuello; las
hormonas de la glándula tiroides regulan el metabolismo de todas las
células del organismo.
Llamamos metabolismo a todos los procesos físicos y químicos del cuerpo
que generan y usan energía, tales como:
• Digestión de alimentos y nutrientes
• Eliminación de los deshechos a través de la orina y de las heces
• Respiración
• Circulación sanguínea
• Regulación de la temperatura
El hipotiroidismo es un trastorno que se manifiesta a partir de una
deficiencia de hormona tiroidea en el organismo y se produce cuando la
glándula tiroidea no secreta suficiente tiroxina (T4) y triyodotironina (T3).
La T4 regula las funciones esenciales, como la frecuencia cardiaca, la
digestión, el crecimiento físico y el desarrollo mental.
El hipotiroidismo y sus síntomas
El hipotiroidismo se manifiesta por debilidad, fatiga, hipersensibilidad al frío,
hinchazón de la cara y miembros, palidez, abatimiento, tristeza, apatía,
aumento de colesterol y triglicéridos, edemas debido a mala circulación,
pérdida de la libido, sangrado menstrual intenso y ciclos menstruales cortos
desde el último período al siguiente, disminución de la inteligencia, caída del
cabello, piel seca, uñas quebradizas, depresión, rigidez en las articulaciones,
estreñimiento, hipertensión, sobrepeso, detención de la nutrición y
desarrollo.
La forma de vida en relación al hipotiroidismo
El hipotiroidismo, es entre tantas otras, una de las consideradas
enfermedades de la época, Si bien al igual que el hipertiroidismo se refiere a
una disfunción de la glándula tiroides, nos referimos a ella en particular por
el hecho de ser hoy más común y ser padecida por un alto número de
personas.
En aquellos que se acercan a nuestras consultas, es muy común que un
porcentaje elevado estén medicadas con medicamentos, prescriptos en su
mayoría, de por vida, para atenuar los síntomas de hipotiroidismo. Esto es
preocupante y ha sido el motivo por el cual hemos decidido investigar al
respecto.
Cuando una persona vive en constante desequilibrio, producto de un alto
nivel de exigencia, de estrés, desconectada de las fuentes primarias de la
vida (agua, aire puro, tierra, fuego, sol), de sus sensaciones corporales, de
su sexualidad, de sus vínculos amorosos, llevando adelante una tarea
laboral no gratificante, que solo le implica recibir el sustento económico, es
obvio que esto ha de generar una disfunción, no sólo en la tiroides sino en
todas sus glándulas y funciones corporales.
Si bien es cierto que los síntomas de hipotiroidismo se refieren a dolencias
incómodas de sobrellevar y necesarias de abordar, las mediciones respecto
a su irregularidad y a la cantidad de hormona tiroidea presente se ha hecho
una constante en las consultas médicas, cuando en verdad los síntomas de
hipotiroidismo pueden deberse a factores que tienen que ver con el
desequilibrio general de la persona.
Por otro lado es lógico que frente a una forma desequilibrada de vivir la
tiroides, así como tantas otras funciones corporales, glándulas en general,
órganos y el sistema nervioso, se encuentren en estado de importante
irregularidad.
Si seguramente si se midiera el estado de la glándula pineal o pituitaria o
las renales y otras, se encontrarían también desequilibrios.
Preocupa ver que una persona a la que le cuesta bajar de peso ya sea
debido a una mala alimentación, a desórdenes de vida, a adicciones
importantes (dulces, farináceos, gaseosas, cafeína, alcohol…), producto de
una vida sedentaria, donde no existe casi el movimiento, debido también, a
haberse armado una coraza de grasa para insensibilizarse y no estar en
contacto con el mundo, con la vida, sea medicada de por vida contra el
hipotiroidismo, alegando que la disfunción de la tiroides es la causa de su
obesidad.
Sucede lo mismo con una persona a la que se le cae el cabello o tiene sus
uñas quebradizas, cuya causa podría ser una mala absorción de nutrientes,
un mal funcionamiento hepático o intestinal y tantas otras irregularidades.
El médico al ver estos síntomas y con los análisis correspondientes
diagnostica hipotiroidismo porque las medidas del T3 y T4 no corresponden
con los índices correctos.
Se prescribe de por vida la droga correspondiente, sin percibir que los
síntomas que el paciente presenta y la baja de T3 y T4 forman parte de un
cuadro general, de estrés, desvitalización, desenergetización, baja del
sistema inmune, como consecuencia de una forma de vida errada, de una
desconexión de la persona con las fuentes naturales de la vida y
fundamentalmente con ella misma.
En ese marco la tiroides actúa disfuncionalmente y la función del médico
sería la de ayudar a la persona a encontrar su equilibrio psicofísico general,
enseñándole a vivir, a comprender la importancia en el cambio de hábitos
de vida y en el motivo subyacente de la enfermedad, ayudando obviamente
a regular la tiroides, pero no solo ésta sino también todas las funciones
corporales y emocionales.
Si esto ocurriera, no haría falta medicar de por vida, siendo que además
estos medicamentos generan problemas hepáticos severos que impiden
encontrar también el propio equilibrio.
Los médicos, en general actúan fragmentariamente, viendo solamente la
disfunción de un órgano o glándula, sin percibir que el ser humano es una
totalidad de sistemas, funciones, sentimientos, pensamientos, emociones.
Esta totalidad implica, además la interconexión con el medio circundante.
Por lo tanto no se puede resolver la enfermedad o el desequilibrio sin ver al
individuo de forma holística.
Causas
Según el Dr. Eduardo Alfonso, en su libro: “Curso de Medicina Natural”:
“La producción de hormona tiroidea por la glándula tiroidea depende de
muchos factores, mucho de los cuales, como hemos marcado anteriormente
tienen que ver, fundamentalmente con el estilo de vida.
Las hormonas tiroideas están compuestas de Yodo y del aminoácido
tirosina. Una carencia de Yodo lleva al desarrollo de bocio, es decir de una
glándula tiroides aumentada. Una disminución del nivel de yodo en la dieta
y en la sangre es la causa de que las células de la glándula tiroides alcancen
un tamaño bastante grande debido a la estimulación de la glándula
pituitaria.
A su vez la glándula pituitaria o hipófisis, cuya secreción está determinada
por el fósforo, como elemento primordial, produce la congestión de la
tiroides. La pituitaria despierta a su vez la función de la glándula pineal.
La pituitaria aumenta su actividad con el esfuerzo mental, llevando a su vez,
sus propias vibraciones a despertar a la pineal.
Estas dos glándulas la pineal y la pituitaria son antenas receptoras y
emisoras de la vibración mental, por las que se emiten o reciben
pensamientos positivos (constructivos) o negativos (destructivos).
Por otro lado estas glándulas son los órganos donde se manifiestan las más
elevadas operaciones intelectuales del ser humano, como ya intuyó
Descartes, al decir que la pineal es el asiento del alma.
La pineal está caracterizada por el clásico tercer ojo de los cíclopes
mitológicos.
El funcionamiento del aparato pineohipofisario (es decir glándulas pineal e
hipófisis o pituitaria), está íntimamente ligada con la sexualidad.
La glándula pineal es depresora de la función genital y la pituitaria y tiroides
son estimulantes o activadoras de dichas funciones. Por lo tanto es
necesario un cierto equilibrio en las secreciones de las glándulas (pineal,
pituitaria, tiroides) para evitar las patologías sexuales que son hoy tan
comunes, tales como la anulación total de la energía sexual o las
perversiones sexuales y alteraciones de un orden natural en relación a la
sexualidad.
Es decir, las irregularidades de las glándulas pituitaria y pineal, llevan a la
irregularidad de la tiroides y es visto como el esfuerzo mental y la vibración
de los pensamientos que emitimos, están directamente implicados en el
funcionamiento de las glándulas nombradas, como así también la
irregularidad de estas glándulas está relacionada con comportamientos
sexuales anormales (anulación o morbosidad).”*
Tratamiento a través de la alimentación
Desde el punto de vista de la alimentación, aquellos alimentos ricos en yodo
pueden ayudar a regular la función de la tiroides.
Si bien hoy en muchos lugares la sal común de mesa tiene agregado de
yodo, la tasa de bocio sigue siendo elevada, porque también es cierto que
existen muchos elementos que inhiben al yodo disponible en el organismo.
Este mineral, al igual que tantos otros se ve inhibido por la mala calidad de
la sangre.
Una sangre acidificada, por las preocupaciones, tensiones, sobreesfuerzo,
estrés, intoxicada por la presencia de contaminantes, por la ingestión de
alimentos quimicalizados, por el contacto con todo tipo de contaminantes
en general, implica la disminución de los minerales en el organismo incluido
el yodo.
Para evitar la pérdida de yodo es necesario suprimir, carne roja y de aves,
azúcar, café, té negro, hierba mate, alcohol, farináceos, bebidas cola,
embutidos, exceso de grasas (productos lácteos como manteca, crema de
leche, quesos duros y blandos), alimentos quimicalizados en general.
También existen los llamados alimentos bociógenos que es necesario evitar
en caso de hipotiroidismo tales como: nabos, coles, mostaza, poroto de
soja, maníes, piñones y mijo. Si estos alimentos se cocinan pierden su
actividad como bociógenos. Muchos de éstos son beneficiosos para la salud
tales como los nabos, las coles, la soja y el mijo, por lo cual se recomienda
cocinarlos para poder beneficiarse de sus poderes terapéuticos.
Alimentos ricos en yodo
Como medida primaria es fundamental el reemplazo de la sal común de
mesa por sal marina de buena calidad.
Las bardanas son vegetales que contienen una alta cuota de yodo.
Además de los peces, las algas marinas son una fuente muy rica en yodo y
su consumo debe formar parte de la ingesta diaria.
Las algas marinas, ayudan a reducir la presión arterial y el colesterol. Son
fuente fundamental de minerales: yodo, calcio, hierro, magnesio.
Regulan la temperatura del cuerpo, levantan el sistema inmunitario. Por su
contenido en minerales, purifican el organismo y ayudan a disolver
depósitos de grasa y mucosidades.
Todas son ricas en yodo y entre ellas podemos nombrar:
Alga Nori: Tiene más proteína que la carne vacuna, es rica en minerales
especialmente: Calcio, Hierro y Yodo, reduce el colesterol y ayuda a eliminar
depósitos grasos. Se tuesta a la llama de una hornalla, se la usa para
ensaladas, cortada en cuadraditos. El sushi se prepara con ella.
Alga Agar-Agar: Ayuda a regular el tránsito intestinal, por lo que es
adecuada en dietas de adelgazamiento, combate el estreñimiento. Se utiliza
como espesante para elaborar gelatinas y postres en general. **
Alga Wakame: Es la de más importante contenido de vitamina B y
contiene grandes cantidades de Vit. A y C, tiene propiedades antibacterianas
y se usa para purificar la sangre, mejora la función renal y hepática,
estimula la producción de hormonas. Se la utiliza especialmente en
sopas**.
Alga Hiziki: Tiene 14 veces más calcio que un volumen comparado de
leche ó queso, favorece la dentadura y es muy recomendado para niños y
madres gestantes, equilibra el sistema nervioso y reduce el azúcar en la
sangre, también se utiliza en problemas circulatorios. Se la recomienda para
consumir junto a verduras rehogadas, ensaladas o chop-suey.
Alga Kombu: Regula la tiroides por su alto contenido en Yodo (adelgaza a
las personas obesas y engorda a las demasiado delgadas), esta indicado en
los procesos reumáticos y artríticos, efectiva para problemas de riñón e
hipertensión, beneficia el cabello y la piel, neutraliza las flatulencias
producidas por los porotos debido a su ácido glutámico. Se la utiliza en
guisos de porotos, cocida en ensaladas con otros vegetales o en verduras al
wok o chop-suey. **
La Avena, es un cereal que contiene yodo y se aconseja su consumo a
personas con problemas de hipotiroidismo, contiene además mucha fibra,
por lo cual ayuda en problemas de constipación. Regula la función
hormonal, tanto en hombres como en mujeres. Ayuda a bajar el colesterol.
Tiene poderes antidepresivos y reduce la necesidad de nicotina. Da fuerza y
vigor. **
Otros nutrientes para regular la tiroides
El zinc, así como la vitamina E, y la vitamina A, colaboran en muchos
procesos del organismo incluida la producción de la hormona tiroidea. Las
vitaminas del complejo B, también son necesarias para el funcionamiento de
la tiroides.
Alimentos ricos en Zinc: Ostras, semillas de calabaza, nueces, cereales
integrales, leche, yogur.
Alimentos ricos en Vitamina E: semillas de girasol, almendras, germen de
trigo, porotos de soja, arroz integral, trigo integral.
Alimentos ricos en Vitamina A: zanahoria, espinaca, perejil, damascos,
batata.
Alimentos ricos en Vitamina B: cereales integrales (trigo, arroz, avena,
mijo, quínoa, amaranto, cebada, maíz).
Todos estos alimentos no solamente deben ser ingeridos a modo de
curación sino como un aporte de nutrientes y beneficios fundamentales para
un buen estado de salud.
Actividad física
La actividad física aumenta la actividad metabólica, la práctica de yoga
específicamente es beneficiosa ya que ciertas posturas activan la tiroides, al
comprimir, flexibilizar y estimular la zona donde esta glándula está ubicada.
La postura llamada Bhujangasana o postura de la cobra, Dhanurasana o
postura del arco, Sarvangasana o apoyo sobre los hombros, Halasana o
postura del arado, Viparita Karani, todas activan el funcionamiento de la
tiroides. Las dos primeras son posturas que llevan a arquear la columna por
lo que la zona de la tiroides se flexibiliza hacia atrás, generando mucha
irrigación en la zona de la garganta. A través de las otras posturas
mencionadas, que son de inversión, la sangre que desciende es retenida en
la tiroides, mediante la llamada “llave de mentón”, estimulando
energéticamente a esta glándula.
La práctica continua del yoga previene y resuelve irregularidades
hormonales y a la vez ayuda a restablecer el funcionamiento endocrino
general.
El aspecto relacionado con la imposibilidad de comunicación
Según la parte del cuerpo donde se manifiesta la disfunción podemos hacer
una lectura acerca de lo que está expresando dicha disfunción y qué
necesitamos comprender para generar un cambio.
La zona dónde se encuentra la garganta, desde donde surge la voz, es el
lugar, el espacio físico, desde donde expresamos nuestra forma de ver la
vida, pensamientos, convicciones, consideraciones acerca de nosotros
mismos y del mundo que nos rodea.
Hoy uno de los problemas claves que existen en la humanidad es la falta de
comunicación.
Se vive tan apurado, tan ensimismado, tan encerrada cada persona dentro
de su propio mundo, que no hay tiempo, ni interés, ni energía, para
expresar y conectarse profundamente con los otros y con el afuera en
general.
Esta incomunicación puede ser uno de los causantes de la afección de la
glándula tiroidea.
Comunicarse, no significa sólo expresar lo que se piensa.
Comunicarse es también, relacionarse, compartir, cuidar, ayudar, poder
trasmitirle al otro el sentir profundo de uno.
Comunicarse es conectarse profundamente con uno mismo, no estar
disperso, alejado de las propias sensaciones y vivencias, es darse cuenta
del propio sentir, ser auténtico, veraz y poder actuar en consecuencia.
La incomunicación que hoy se vive, es debida a que, en general, pocas
personas son concientes de sus propias sensaciones y sentir. Pareciera ser
que no hubiera nada que comunicar, porque uno se siente vacío.
Cuanto más vacía una persona se siente mayor es su actitud de
incomunicación
Si no nos comunicamos, si anulamos o bloqueamos esta posibilidad de
expresión, la zona de la garganta, de las cuerdas vocales y todos los
órganos aledaños se verán afectados.
Puede ocurrir, que seamos concientes de nuestros sentimientos, pero no
nos animamos a trasmitirlos y entonces por dejar de decir lo que uno cree
que es verdadero, se genere un bloqueo energético en la zona mencionada.
Si se expresa lo que se siente, pero desde la violencia: enojo, ironía,
demanda, crítica, esto también puede llegar a generar una dificultad en el
funcionamiento de todas nuestras funciones corporales y glándulas en
general y tiroides en particular.
Algo que es muy común también es la actitud de aquellas personas que
temen expresar su voluntad u opinión por miedo a ser juzgadas, por
inseguridad, generando violencia en sí mismas y hacia los otros, porque el
que calla, el que no trasmite, genera conflicto en sus vínculos afectivos.
Las posibilidades de autocuración
Si hay un desorden de vida, es decir: una alimentación artificial, no
conciencia de las emociones y sentimientos profundos, si el trabajo es una
exigencia, si no existe una sexualidad plena, si los roles femeninos y
masculinos están desdibujados, si los vínculos primarios, con padres, hijos,
pareja, están en conflicto, si no hay una visión acerca del ser parte de una
trama, de una red humana, de vida interconectada con todo el Universo, es
probable que surjan desequilibrios, no solo en la tiroides.
Para resolver el funcionamiento de esta glándula, es necesario empezar por
generar pequeños cambios en los hábitos de vida, es decir: cambiar la
alimentación, mover el cuerpo, darse espacios para observar las
sensaciones corporales, conectarse con los elementos de la naturaleza,
comprender los conflictos vinculares y mirarlos descarnadamente, sin
negarlos o minimizarlos, disfrutar de la naturaleza, de tiempos de ocio, de
estar más en contacto con las sensaciones.
Si todo eso fuera ocurriendo en uno, sin exigencia pero sí entendiendo que
es en esa dirección hacia dónde uno va, todas las glándulas se irían
equilibrando, los órganos del cuerpo también y no habría necesidad de
ingerir medicamentos.
El equilibrio general adviene cuando la mente se va serenando y eso muy
pocos médicos lo enseñan.
No existe curación posible sin aprender a vivir.
Muchas personas cuando se les habla de todo esto o cuando leen este tipo
de notas, dicen de dejar su medicación, pero para ello primero es
importante generar cambios y ver cómo, a partir de ellos uno va mejorando
su salud y en este caso puntual del hipotiroidismo, los índices de T3 y T4
van cambiando. Luego de un tiempo tendrá que consultar con su médico o
algún terapeuta de confianza y verá si es posible dejar la medicación. Si no
se está dispuesto a generar cambios, es preferible continuar con ella.
No nos educan en la salud, sino justamente en lo contrario, en la
enfermedad, en buscar el medicamento apropiado, en resignarse de por
vida a tal o cual pastilla que regula lo irregular y también a resignar la
cantidad de contraindicaciones que cada medicamento tiene, tal como figura
en los prospectos.
Hacerse cargo de uno mismo
En general hacemos responsables a otros o a la vida de nuestras
perturbaciones y de las cosas que nos suceden.
La propia salud no depende de los médicos ni de los medicamentos, sino de
uno mismo.
Nos cuesta hacernos cargo de nosotros mismos y por no sentirnos
diferentes al resto, por comodidad y porque pensamos que los otros tienen
más sentido común que nosotros, hacemos lo que nos dicen, por ejemplo
frente a la salud.
Muchas personas no cuestionan que los médicos les receten de por vida un
medicamento, aceptan esa realidad y religiosamente todas las mañanas
toman la medicación. Hay una fuerte dependencia, que muchas veces es
comodidad en relación a hacer lo que otro dice o sugiere.
Existen muchas enfermedades inventadas por los laboratorios medicinales
para vender sus productos. Incluso se sabe que muchos médicos recetan
porque luego los laboratorios los premian en función de la cantidad de
medicamentos recetados. A mayor cantidad de recetas de un determinado
medicamento mayor es el premio.
Es necesario investigar, dudar y ver si nos es posible resolver a partir de
cambios importantes en nuestra forma de vivir, utilizando formas naturales
que no impliquen agresión al organismo.
A veces los médicos no dicen que hay contraindicaciones en determinados
medicamentos, ni los prospectos tampoco.
Pero el sentirse cansado, con menos energía, con dolores de cabeza
recurrentes, con dificultades en la digestión, no son manifestaciones para
no tener en cuenta, nos quitan energía y luego necesitamos otros
medicamentos para paliar estos síntomas y el circulo vicioso nunca termina.
Posibilidades de cambio
Hay médicos que trabajan en pos de una verdadera salud, comprendiendo
que es enseñando a vivir de una forma respetuosa por todo lo existente y
por uno mismo, como se previene y se curan las enfermedades.
Hay escuelas en el mundo que bregan por una nueva educación y que
ponen el énfasis en la libertad del individuo, en la posibilidad que los seres
tienen de florecer en la bondad, en su descondicionamiento, en el respeto
por la vida, por el medio ambiente, por la biodiversidad en toda sus
Hay escuelas e instituciones que trabajan en pos de la alfabetización
ecológica, dónde se investiga lo que significa la posibilidad de generar un
mundo económicamente sostenible, dónde se trabaja la ecología profunda,
con raíces filosóficas y espirituales, y dónde gente de todo el mundo se
acercan para aprender y compartir trabajando juntos en pos de un mundo
Hay grupos y ONG que trabajan en pos de mejorar la calidad de vida de los
habitantes del planeta desarrollando la utilización de recursos naturales,
desarrollando habitats ecológicos, con energía solar, eólica, tratando de
generar el menor impacto ambiental posible, desarrollando industrias a
través del reciclado de los deshechos de otras industrias, para evitar la
contaminación que ello implica y cuidar la vida del planeta y de todos los
que en él vivimos.
En el libro de Fritjof Capra: “Las conexiones ocultas”, Editorial Anagrama,
hay un párrafo acerca de lo que dijo David Susuki en la mesa redonda, en la
conferencia “Tecnología y Globalización”, en Nueva York, en el año 2001,
que expresa de alguna manera lo antedicho: “Familia, amigos, comunidad,
éstas son la fuentes del amor y la alegría más grande que podamos
experimentar como humanos. Visitamos a los familiares, mantenemos el
contacto con nuestros profesores preferidos, compartimos e intercambiamos
cumplidos con nuestros amigos. Nos implicamos en proyectos difíciles para
ayudar a otras personas, salvamos ranas o protegemos bosques y al hacerlo
descubrimos inmensas satisfacciones.
Encontramos plenitud espiritual en la naturaleza o ayudando a otros.
Ninguno de esos placeres necesita el consumo material de los bienes de la
Tierra y, sin embargo, cada uno de ellos es profundamente gratificante. Se
trata de placeres complejos, que nos acercan mucho más a la verdadera
felicidad que los placeres simples, como tomarse una Coca-Cola o
comprarse el último monovolumen”.
*(Curso de Medicina Natural, Dr. Eduardo Alfonso, Editorial Kier).* Ver
recetas en: “Aprendiendo a cuidar el cuerpo-mente, 200 recetas del Spa Las
Dalias” de Liliana Racauchi, José Bidart, Editorial Kier
Recetas:
Receta ” Sushi Nori”
Ingredientes:
200 grs. de arroz integral
4 hojas de nori
50 grs. de queso de soja (optativo)
3 pepinos en vinagre o picles
1 remolacha cocida
1 zanahoria
2 cucharadas de salsa de soja
2 cucharadas de vinagre de buena calidad
1 cucharada de azúcar rubia y de sal marina
Preparación:
Se lava el arroz integral y se deja durante 15 minutos en remojo. Entre
tanto, se cortan los picles o pepinos en vinagre, la remolacha y el queso de
soja en tiritas finas y se ralla la zanahoria. Cuando pase el tiempo del
remojo se enjuaga de nuevo el arroz y se cocina con 2 veces su volumen de
agua fría, dejando que se pase ligeramente para que quede seco y algo
pastoso. Mientras reposa se ponen las cucharadas de vinagre en un
recipiente junto con el azúcar, la sal y se calienta suavemente. Se revuelve
la mezcla hasta que quede disuelta y entonces se añade el arroz y se
mezcla bien. Se tuestan brevemente las algas nori sobre la llama hasta que
cambien de color y desprendan olor.
Con todos los ingredientes listos y el arroz aún templado, se pone una hoja
de nori sobre la esterilla o bien sobre un paño limpio. Con una cuchara
húmeda se distribuye una capa muy fina de arroz que se aplasta bien y se
deja una tira como de 1 cm. sin llenar en el lado hacia el que se enrollará,
para poder cerrar el rollito sin problemas. En el lado opuesto se pone una
tira de salsa de soja a lo largo del arroz.
Sobre ella se coloca un poco de zanahoria, picles, remolacha y queso de
soja. Se arman los rollitos y se cortan rodajas como de un dedo de con
cuchillo bien afilado y húmedo.
“Helado De frutas con Yogur y Agar-Agar”
Ingredientes:
1 vaso de yogur
1 vaso de fruta fresca (manzana, pera, frutilla, durazno)
2 cucharadas de azúcar integral de caña
1 sobre de alga, agar-agar
Preparación:
Cortar la fruta en trozos pequeños y licuar con el yogur y el azúcar.
Por otro lado hidratar el agar-agar en agua tibia, verter sobre la mezcla
anterior y licuar nuevamente. Este agregado lo hace más cremoso, tipo
mouse.
Colocar en recipiente de vidrio o de acero inoxidable, llevar al congelador.
Extraido del libro Aprendiendo a cuidar el Cuerpo Mente de Liliana Racauchi y José Bidart. (por ECOVIDA)
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